COMPUESTA Y SIN NOVIO

Valentina (Lina Morgan), una mujer cuarentona de profesión ATS, está a punto de celebrar su enlace matrimonial con Avelino (José Coronado), el guapo y gallito de Benavente (Zamora) e hijo de un adinerado dueño de una fábrica de Chocolates, que no ve con buenos ojos la boda de su hijo con Valentina.​

A punto de dar el “Sí, quiero” en la iglesia, con la asistencia de todo el pueblo, se presenta irrumpiendo la ceremonia Manuela. Obligada por su padre, Mariano Lobo –dueño de una fabrica de Galletas-, que enterado de que su hija espera un hijo de Avelino, decide presentarse para evitar que se case con Valentina y apechugue las consecuencias.
En ese mismo instante, Avelino sufre un desmayo. Valentina, eje central de todas las miradas y las críticas huye despavorida hacía su casa, donde decide irse de “Luna de miel”. Tal y cómo estaba previsto si se hubiese celebrado el enlace matrimonial.
De esta manera, deja atrás sus problemas y decide buscarse la vida y así poner en orden su cabeza.  Pero nadie sabe donde está Valentina, ni su madre, ni su abuela ni nadie del pueblo.