LA ÚLTIMA LUNA MENGUANTE

“La última luna menguante”('As is' en el título original) es una obra teatral escrita por William M.Hoffman y estrenada en 1985 en Nueva York.

 

Adaptada por Antonio Larreta y dirigida por Manuel Collado el 22 de agosto de 1986 en el Teatro Pavón de Madrid con un reparto formado por José Pedro Carrión, Juan Gea, Amparo Valle, Salomé Guerrero, Mauro Muñiz, Paco Plaza, Luis Merlo, Manuel de Blas.

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'AS IS'; el breve e intraducible título original, refiere su significado más evidente a una generalizada práctica comercial: ciertas mercaderías en saldo se venden ' 'as is", tal como están, sin responsabilidad del vendedor y sin derecho a reclamación de parte de quien se arriesgue a comprarlas. A despecho de la gramática y de una manera más vaga, procurando apenas despertar una resonancia, ' 'as is" parece asociarse también a una estimación romántica de la identidad del otro: te quiero así, como eres, tal como eres. Toda una tradición de la literatura, el cine, o la canción norteamericanos, se agazapa tras las dos sílabas de la insidiosa metáfora.

En cada uno de esos significados podemos reconocer las dos vertientes de esa forma de dualismo —o esquizofrenia— con que la cultura judeo-cristiana contempla la sexualidad. Por un lado es la idealización del deseo, la legitimación de los celos, una forma de invitar a la devoción y también de aceptar la violencia de la enajenación, y en el extremo del exceso —exceso como virtud— el sacrificio de la vida misma. Por el otro se desconfía del sexo, se descubre en él una presencia malévola, una carga diabólica, se le vuelve miedo, peligro, corrupción, contaminación, castigo, muerte.

Detrás de esa ambigüedad, impregnándola de apremiante dramatismo, está ese flagelo medieval reconvertido que es el SIDA, y su ambivalencia de terror: en primer término, para los llamados grupos de riesgo (y no está claro para quién es el riesgo, si para las propias víctimas, o para los que simplemente teman contagiarse de ellas) y por tanto para las parejas homosexuales, efímeras o casuales, más o menos durables o improbablemente de por vida; y en segundo término para la sociedad que ha detectado el peligro de la plaga (que es al mismo tiempo una proyección moral) y a través de la distorsión periodística, el miedo inducido y si es necesario de la ley intenta segregar a aquella minoría demasiado fastidiosa y conspicua, o inhibirla en su propia vida privada a través del miedo a la muerte o un estigma de cura.

Antonio Larreta