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"Se está consiguiendo que la gente joven vaya al teatro"

Luis Merlo,Belén López,Emma Suárez y Gonzalo de Castro durante la representación de Deseo

 Noelia Hermida  (09/03/2013)

– ¿Qué es "Deseo"?

– Es una función que habla de lo cotidiano, de cosas cercanas, de lo que todos sentimos con respecto al deseo al tener una pareja de larga duración, después de romper una relación o al no encontrar todavía a nadie con quien formar una pareja. Junto todos estos perfiles en un lugar común y lo que intento es ahondar en la parte subterránea que tienen estas relaciones y en las que todos nos reconocemos. Los cuatro actores consiguen meterse dentro de estos perfiles y por eso el público los reconoce.

– ¿Es el teatro el mejor medio para hablar de esa cotidianeidad?

– El teatro es el mejor medio para hablar de todo lo que afecta al ser humano, por supuesto. En esta función, a pesar de que el tema de la pareja es un tema muy recurrente en el teatro, es curioso cómo determinados asuntos afectan a la gente. Es la magia del teatro, algo único. Es curioso ver la diferencia con el cine, por ejemplo. La gente siente que la pantalla les protege, no les mete dentro de la acción.

– Se ha dicho que es un drama con perspectiva; incluso se observan toques shakesperianos…

– Ojalá (risas). Está claro que si alguien habló de la pareja ese fue Shakespeare y puede que recuerde a ‘El sueño de una noche de verano’. Pero él utilizaba los polvos de Puck para crear un mundo mágico, aquí la gente viene con ellos puestos encima desde casa. Como ocurría en la obra de Shakespeare, aquí la trama transcurre en la naturaleza, en un contexto algo salvaje y viviendo vidas que no les corresponden.

– ¿Cómo ha sido este casting en el que aparecen nombres tan conocidos, algo poco habitual en sus obras?

– Tardo mucho en hacer los repartos. Tengo que conocer a los actores y saber cómo trabajan antes de nada, pero luego tengo que ver cómo afectará el papel en su forma de actuar y viceversa. Es importante desde el color de la voz hasta los gestos. Muchas veces los papeles se van componiendo de verdad al tener claro el reparto. En este caso tuve la suerte de pensar en cuatro grandes actores y que me dijeran los cuatro que sí, además de que sus agendas se lo permitieran.

– ¿Es más fácil ahora que es un grande de la escena española?

– (Risas) Es una gloria. No es sólo que te digan que sí, es que te lo dicen porque han visto tus trabajos previos y les han gustado. Yo intento buscar la mejor forma de trabajar con los actores, la manera de llegar a ellos y que se abran en canal. Al conocer mi trabajo y saber cómo funciono, este proceso es mucho más fácil y ágil. No hay ninguna resistencia o miedo por lo que puedo pedirles, es un trabajo que ya viene hecho.

– ¿Sigue siendo mileurista a pesar del éxito?

– Eso lo puso un periodista hace tiempo y se fue corriendo la voz. No corresponde al momento que vivo ahora porque gracias a ir trabajando voy teniendo más recursos, aunque no mucho más de 1000 euros –bromea-; pero sí refleja el estado de mi trabajo, el día a día de mi compañía que no es fácil sacar adelante. Es curioso que el mismo día que me enteré de que tenía 16 nominaciones en los Max, tenía una reunión de producción para ver cómo afrontábamos los serios problemas que estamos teniendo en Kamikaze. Y no estamos hablando de macroproyectos, sino de un espectáculo de siete actores. Mi prioridad es que ellos cobren, lo que no estoy dispuesto a hacer es lo que hacen muchas grandes empresas. Los actores y técnicos que hacen algo conmigo, al día siguiente cobran su trabajo. Por eso, todo lo que podemos, lo destinamos a crear un fondo para pagar lo que hay que pagar.

– ¿Cómo les está afectando la subida del iva?

– Está provocando que las producciones se vayan al garete, que a nosotros, que vivimos en una situación privilegiada, nos cueste mucho sacar proyectos adelante, que las giras sean algo casi imposible porque con la taquilla no es que no se gane dinero, es que no se cubren los gastos…nosotros seguimos en esto por amor al arte, porque amamos el teatro, pero tenemos familias, hipotecas y facturas que pagar, hay una actividad comercial que se está destruyendo. Además se ha producido una pérdida de espectadores millonaria. Tanto que dicen los políticos de mirar a Europa, que miren a Francia que ha bajado el IVA.

– ¿Ve viable seguir con su productora si la situación del teatro en España no cambia?

– Yo sigo en esto porque es lo que sé hacer, no tengo plan B. Pero es verdad que he tenido, por ejemplo, que parar la gira de ‘Veraneantes’ porque no nos la podíamos permitir, a pesar del éxito que cosechaba en todas partes.

– Por lo menos cosecha premios. Otra vez vuelve a ser el más nominado en los Max…

– Es una maravilla. No me acostumbro a ello. Estoy encantado de que sea además con tres proyectos diferentes. Pero, aunque los premios están muy bien, me da pena que no sirvan para catapultar a los espectáculos -como pasa, por ejemplo, con las películas después de los Goya- porque ya se han terminado y no se pueden ver en ningún teatro.

– ¿Cuál es el secreto de su éxito?

– No lo hay. El trabajo, contar las cosas como quiero contarlas y no dejar de rodearme de lo que me tengo que rodear, talento, porque el teatro es un trabajo en equipo. Y una cosa muy importante, ver lo que hago como espectador.

– ¿Sigue siendo el mismo de ‘La función por hacer’?

– Sigo viendo todo con mucha humildad, desde la tranquilidad, pero con mucha alegría. Lo que haces como a ti te gusta, funciona. Y encima lo hago con amor y buen humor, que es lo que necesito para trabajar, es un privilegio.

– Próximamente le veremos en el mundo del cine, ¿sobre qué está escribiendo?

– Me dijeron que hablara de lo que me diera la gana y escogí la familia. Estoy trabajando en una bastante peculiar (risas).

– ¿Está el teatro en un buen momento?

– Estamos en un momento muy complicado. En la parte institucional en uno de los peores y en la parte creativa, me da miedo decirlo, pero es un buen momento porque hemos entendido que tenemos que ser sostenibles e independientes. Hay mucha gente que se está movilizando y haciendo cosas muy buenas en salas pequeñas. Además, hay movimiento en los espectadores. Todos los teatros a los que he ido últimamente estaban llenos y además se está consiguiendo que la gente joven vaya al teatro.

– Puede que gracias a eso, puede que la cultura vuelva a ocupar el lugar que se merece…

– Tiene que cambiar el concepto, no sólo desde la política, sino desde la educación. La cultura es algo imprescindible, lo que identifica a un pueblo, por eso no se debe jugar con ella. Los que protestan porque se den subvenciones a la cultura y utilizan de argumento que son más necesarias las camas de hospital, viven engañados. Es un pensamiento muy peligroso. Claro que hay prioridades, tiene que haber pan y libros, pero como decía Lorca: “Dame medio pan y medio libro”. Hasta que aprendamos a convivir con esa realidad, seguiremos anclados.

 

Noelia Hermida

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