En el ABC sitúan a 'El crédito' en el lugar número 1:
Una comedia redonda, inspirada, oportuna, sorprendente y muy divertida, sobre el arte de no dar crédito en el doble sentido de la acepción: no soltar la pasta y no creerse lo que sucede. Es lo que le pasa al director de una sucursal bancaria en pulso con un cliente que pide un préstamo sin ningún aval. Ellos son dos actores en estado de gracias, Carlos Hipólito y Luis Merlo, respectivamente, que, dirigidos por Gerardo Vera, han convertido en referencia de la temporada esta pieza de Jordi Galcerán, un autor que dio en la diana del éxito con «El método Gronholm» y ahí sigue.
Julio Bravo también se acuerda de El crédito a la hora de elegir los 10 montajes que a su juicio, fueron los mejores del pasado año desde su blog Una butaca con vistas:
He visto varias funciones de Jordi Galcerán y no me ha defraudado ninguna. Es un autor ingenioso, imaginativo, dominador de la siempre difícil arquitectura teatral y poseedor de una habilidad envidiable para dialogar. Conoce, además, la clave para mantener la atención y sorprender al espectador, y sus personajes son vivos y reales. Todas estas virtudes las tiene «El crédito», una obra que se estrenó en septiembre dirigida por Gerardo Vera, con dos interpretaciones soberbias de Carlos Hipólito y Luis Merlo. Estas fueron algunas de mis palabras tras ver la función: «Gerardo Vera, avezado lobo de mar de nuestra escena, plantea una inteligente puesta en escena: limpia, llana, bien subrayada por la música y las luces, y siempre a favor del texto y de la interpretación. Para hablar de Carlos Hipólito habría que utilizar siempre mayúsculas. Como me parece algo incómodo para el lector, prefiero ponerme de pie y escribir de él en esta postura. Si hay alguna errata es por eso, disculpadme. Carlos (para quienes no le conozcan, una persona de esas que te llevarías a casa, que de divo tiene la zeta; es decir, nada) posee la rara facultad de conseguir que parezca que los personajes que interpreta los han escrito para él. Luis Merlo siempre me ha parecido un soberbio actor; y hay que serlo para dar la réplica y mantener el listón de la tensión siempre alto. Su pedigüeño es un hombre ingenioso, aparentemente seguro y lleno de misterios, y él dibuja cada doblez con la comicidad justa».
EL CULTURAL elige las 10 mejores obras de Teatro del 2013. En el lugar número 3, El crédito:
Jordi Galcerán ha vuelto a demostrar este año que le tiene cogida la medida a la comedia y a la taquilla. Este año la está reventando con El crédito, en Madrid (Maravillas) y Barcelona (Villarroel). Está en la cartelera simultáneamente en las dos ciudades. Y llenando cada día. El autor de El método Gröndholm toma de nuevo un ingrediente envenenado de la realidad cotidiana (esta vez la concesión de préstamos por las entidades bancarias) y cocina una trepidante trama, plagada de golpes de efecto que tienen al espectador abducido hasta que cae el telón. Puro Galcerán, con un pulso dramático endiablado, un humor desconcertante y una inteligencia propia de un ingeniero para rematar cada detalle de la historia. Sin mensajes cargantes: “Lo único que me planteo al escribir es ser un buen autor de teatro, nada más”